Sevilla logró un empate heroico a tres goles ante el Liverpool
Con un gol en el minuto final de las acciones.
El Sevilla empató (3-3) en la prolongación de un choque que perdía 3-0 al descanso después de un baño del Liverpool, pero en la segunda fue todo lo contrario y los hispalenses se lo creyeron, con lo que ahora los dos equipos dejan los deberes de pasar a los octavos para la última jornada.
Cumplía el Sevilla un año sin perder en su estadio, cuando lo hizo ante el Juventus de Turín también en la Liga de Campeones, y parecía que iba a romper la racha, pero llegó un empate inesperado por lo visto en el primer período y el técnico alemán Jürgen Klopp tendrá que volver a espera para ganarle al Sevilla, al que ya se ha medido en siete ocasiones, con un balance de tres derrotas y cuatro empates.
Una hora antes del partido, conocido el empate que arrancó el Maribor esloveno en la prolongación del encuentro de Moscú ante el Spartak (1-1), dejó las cosas algo más claras a los dos contendientes del Sánchez Pizjuán.
Ambos se clasificaban matemáticamente para los octavos si ganaban pero el empate no les valía a ninguno para asegurarse estar en la siguiente fase a falta de una jornada para que concluya ésta, aunque también con la derrota dependían de ellos en el último partido para seguir en la competición.
Habló el técnico local, el argentino Eduardo Berizzo, en la previa que debían manejar bien la presión del choque y tener el control de la situación sin la ansiedad de quererlo ganar pronto.
Todo lo planteado se le vino abajo al minuto y treinta segundos, cuando en uno de los debes del equipo en todo lo que va de temporada, la descoordinación defensiva, la aprovechó perfectamente el Liverpool para poner el 1-0 con un remate a placer del brasileño Roberto Firmino.
El equipo del alemán Jürgen Klopp se mostró tras al tanto con más recursos que el Sevilla, con el centro del campo bien cubierto con Jordan Henderson y Georginio Wijnaldum y con Philippe Coutinho dando juego a los tres de arriba, Sadio Mané, Mohamed Salah y el propio Firmino.
Ante eso, el juego lento del Sevilla le dio pocas opciones, aunque en un par de ellas tuvo clarísimo el empate en las botas de Manuel Agudo Nolito, que remató a la cepa de un palo, y el francés Wisam Ben Yedder, al que le respondió bien el meta Loris Karuis.
No entraron, y el conjunto inglés volvió a avisar de que no había bajado la intensidad con Firmino como protagonista y esta vez evitando el segundo Sergio Rico.
En el campo solo había el color de los 'Reds' ante un rival que perdía el balón con facilidad y dio lugar a mortíferas contras con las que ya a la media hora de juego dejaban el marcador en un contundente 3-0.
El segundo tanto, a la salida de un córner, fue un calco del primero, otro gran despiste defensivo sevillista que en esta ocasión lo culminó Mané, y el tercero el segundo de Firmino a placer tras otro contragolpe.
Vio el Liverpool que podía hacer mas sangre ante un rival que no sabía si defender el 0-3 para que no le hicieran otro o irse al ataque sin fe con el peligro de que le cogieran en otra contra, pero lo que sí pedía a gritos era el descanso.
En la segunda parte, Berizzo sacó de inicio a Franco Vázquez por Steven Nzonzi para intentar que su equipo tuviera mas creación y no solo posesión y Ben Yedder, en un buen remate de cabeza, marcó pronto, a los seis de la reanudación.
El conjunto español fue otro por momentos, lo mismo que el inglés, que pasó por sus primera fatigas, hasta el punto de que Ben Yedder marcó un penalti (3-2) que le había hecho a él el exsevillista Alberto Moreno.
Solo se había jugado un cuarto de hora y los locales se habían metido de lleno en el partido y además también el miedo en el cuerpo a sus rivales, lo que obligó a Klopp a mover el banquillo para hacer reaccionar a los suyos.
Así se entró en el último cuarto de hora, con la formación visitante que logró capea el temporal y que buscó una nueva contra para matar el partido definitivamente, pero no lo hizo y el argentino Guido Pizarro logró el empate en la prolongación ante el el delirio del Sánchez Pizjuán.
EFE